En el contexto de la celebración de los 20 añosdel Colegio Técnico Profesional Los Acacios, nuestro Taller de Periodismo fue a conversar con el primer director y luego rector de nuestro colegio, el Sr. Luis Castro Figueroa.
“Estuve en docencia haciendo clases, en diversos cargos técnicos, de director, luego de rector 45 años, de los cuales 14 fueron en Los Acacios. Llegué al segundo año porque no tenía director, fui seleccionado para el cargo, me incorporé cuando estaban trabajando la señorita María Graciela, la señorita Betty y la señorita Patricia, excelentes profesoras las tres. Todos aportaban lo suyo en ese colegio chiquitito.
Es importante decir que fue exitoso primero porque tuvo la suerte de tener una buena administración, llámese Corporación que tuvo la idea de crear un colegio en ese sector que estaba abandonado. Lo segundo que los profesores que estaban, que llegaron y han llegado sucesivamente, todos llegaron a ponerse la camiseta del colegio, y más que ponérsela, la mojaron por el colegio.
En mis inicios habían alrededor de 52 alumnos, cuando me fui creo que habían más de mil, hubo un gran crecimiento gracias a los profesores que se sacrificaban en la sala de clase, los alumnos que se comprometieron y fundamentalmente los apoderados que entendieron que tenían que colaborar para alcanzar el éxito.
Los primeros profesores trabajamos mucho ,a veces a la intemperie, en tres salitas con alumnos todos del sector llegaban a patita al cerro, algunos entraban por Lientur a campo traviesa, con lluvia torrencial a veces, al igual que los profesores era sacrificado pero lo disfrutamos, siento que gocé plenamente con mis colegas, con mis alumnos y con los apoderados.
Como director yo no era de sentarme en el escritorio y cerrarme de puerta, era de puerta abierta y casi nunca estaba en mi oficina, estaba en los recreos, en el patio con los alumnos, conversando con ellos, jugando fútbol, me jugaba pichangas enteras, me sacaba la corbata y listo. Los actos los hacíamos en el patio al aire libre y si llovía se suspendía, a veces del hogar universitario Valentín Letelier nos prestaban un salón que lo decorábamos a puro ñeque, donde trabajábamos todos, los chiquillos, profesores y apoderados.
Algo importante, ustedes siempre han estado apoyados por la Corporación Educacional Masónica de Concepción, cuyo objetivo es preocuparse de la educación de los niños y jóvenes. Es una institución que siempre ha estado cooperando y apoyando. El edificio del colegio es uno de los más bonitos de los colegios Concepción y más grandote. El colegio fue uno de los primeros en tener pizarras digitales.”
1-¿Cómo llega a ser director del Colegio Los Acacios?
Yo postulé con el deseo de ser director y la corporación así lo decidió, lo acepté con orgullo de ser director del colegio cuando era chico, luego ser rector de un colegio importante que hoy es conocido y respetado en toda la comunidad. Hice mi aporte, entregué lo mejor que tenía, a lo mejor poquito pero era lo que yo podía hacer, preocupado siempre del bienestar de los alumnos, el buen trato con los apoderados y que los profesores tuvieran un buen ambiente laboral, fundamental para que los alumnos gocen de una buena enseñanza.
2-¿Cuál era la proyección que tenía usted con el Colegio Los Acacios?
Para mí la evolución del colegio, siempre constituyó una sorpresa, nunca pensé que se iba a proyectar de tal manera a llegar a lo que es hoy, en principio fue crear una Escuela Básica, también estaba la idea de en 7º y 8º año se les entregara algunas herramientas elementales como carpintería y moda, si no podían o no querían seguir estudiando, salieran del colegio con alguna habilidad para que la vida se les hiciera más fácil. Los directivos de la corporación propusieron crear un Colegio Técnico Profesional y empezó a tomar forma con el fin de crecer, para darles todas las oportunidades a los alumnos.
3-¿Tiene alguna anécdota que quisiera compartir?
Cientos, montones…la más feliz cuando nos cambiamos de edificio, fue tan relevante venirnos del cerro, de una casita de madera rústica, humilde al otro extremo, a un palacete. Los niños llegaron al nuevo colegio, concientizados de que el colegio era para ellos, lo cuidaron, años y años sin una raya, sin que los profesores les dijeran, ellos lo cuidaban.
Otra anécdota, es casi una historia extrasensorial, un día como hoy lluvioso, con temporal, estaba conversando con la profesora Marcela Sanhueza en un alero bajo el techo, cuando vimos que venía caminando lentamente Aron, con una calma, como quien va contando las piedras del camino. Nosotros le hacíamos gestos para que se apurara. Cuál sería la sorpresa para nosotros al verlo que cuando llegó al lado nuestro estaba absolutamente seco ¡Extraordinario!
4-¿Por qué se retiró del Colegio Los Acacios?
Me retiré por varias razones, una de ellas es porque ya tenía 45 años de trabajo es decir 65 años de edad, creo que es una edad oportuna y a lo mejor la Corporación consideró que ya había cumplido mi ciclo y necesitaba otra visión de colegio y de liderazgo. Terminé justo cuando me correspondía jubilar según las leyes laborales y me acogí inmediatamente. Mis límites de edad eran esos, me fui feliz, plenamente conforme de haber trabajado con un grupo de excelencia de profesores. Que los alumnos eran personas buenas, con valores, respetuosos bien preparados para enfrentar el mundo laboral.
Tuve excelentes relaciones con los profesores, con los alumnos y los apoderados. Para mí es importante respetar para ser respetado.
5-¿Está orgulloso de los logros del Colegio Técnico Profesional Los Acacios?
Absolutamente de los logros de antes, de los de ahora y no me cabe duda que los logros van a seguir, deseo que así sea.
Hoy don Luis Castro Figueroa está felizmente jubilado, vive en Rere junto a su mujer y viaja a Concepción periódicamente.
Taller de Periodismo