La comunicación emocional en el hogar

Durante este periodo de pandemia, todos hemos tenido que modificar nuestras rutinas y formas de trabajar, pasando más tiempo en nuestra casa, del que estábamos habitualmente acostumbrados. Estos cambios traen consigo emociones como ansiedad, estrés e incertidumbre, las cuales han sido experimentadas por todos los miembros de la familia, sin embargo, este tipo de emociones suele percibirse más intensa en los niños, niñas y adolescentes.

Es aquí donde la comunicación emocional puede ser una herramienta de gran utilidad para apoyar a nuestros hijos e hijas, en el proceso de aceptar sus emociones y comunicarlas adecuadamente.

Un elemento relevante de este tipo de comunicación, es el escuchar. Debemos ser capaces de escuchar con toda nuestra atención a nuestros hijos e hijas cuando nos expliquen cómo se sienten, los problemas que le preocupen o las dudas que presentan. Es importante demostrarles que realmente sus sentimientos son tan importantes para nosotros como lo son para él o ella. Para esto debemos darle el tiempo suficiente para que se expliquen, sin intervenir hasta conocer el problema en su totalidad.

Cuando iniciemos este diálogo emocional, debemos concederle credibilidad y confianza a los sentimientos de nuestros hijos e hijas. Así aprenderán a confiar en sí mismo y en nosotros. No neguemos sus sentimientos (“no te pongas así” o “no será para tanto”); esto solo hará que nuestros hijos e hijas se sientan juzgados y eviten contarnos nuevamente como se sienten.

Si en este proceso, no logran identificar sus emociones, ayudémoslo a nombrarlas. La identificación es necesaria para que tu hijo e hija comprenda sus emociones. Los niños a menudo confunden las sensaciones más elementales o se angustian ante un sentimiento al que no saben nombrar y, por tanto, reconocer y enfrentarse a él.

Promovamos en casa un ambiente general de escucha y de respeto por los sentimientos de todos los miembros de la familia. Recordemos que somos para nuestros hijos e hijas modelos de conducta. Ellos y ellas aprenderán más sobre sus emociones de lo que capten del ambiente, que de lo que les enseñemos directamente.

Cuando nuestro hijo e hija exprese lo que siente sabiendo ser escuchado, respetado y comprendido, aprende a confiar en sus sentimientos, aprenderá a escucharse y a saber manejar emociones tan intensas como la antipatía, la vergüenza, la ira o el rechazo. Un ambiente comprensivo y abierto al diálogo facilitará la adquisición del control emocional necesario para adaptarse a este proceso de pandemia.

Equipo de Orientación

Colegio Técnico Profesional Los Acacios